domingo, 31 de enero de 2016

Visita a la obra escultórica de Picasso en el MoMA.


El pasado sábado 30 de enero un grupo de alumnos, familiares y profesores de ALCE de Nueva York visitamos la exposición itinerante de Picasso en el MoMA de Nueva York, en una visita guiada que nos transportó por las diferentes etapas y momentos en los que Picasso se inspiró para realizar cada una de sus esculturas.
El Museo de Arte Moderno de Nueva York (MoMA) presenta por primera vez la exposición "Picasso Sculpture", esculturas del artista malagueño que se presentan por primera vez en Estados Unidos en los últimos 50 años y que muestra cómo esta disciplina se adaptaba mejor al temperamento del genio.
Una retrospectiva con 150 obras esculturas de Pablo Picasso. La exposición recorre la carrera de Picasso. La primera escultura es de 1902, cuando tenía 20 años y la última de 1964, cuando tenía 84 años. Hizo esculturas durante toda su carrera, pero no de forma consistente. Lo hacía en fases, así que cada galería muestra una fase.
El MoMA las ha instalado de tal manera que cada sala es un episodio diferente y cuando pasas de una a otra es difícil creer que se trate del mismo artista.
Cada vez que empezaba a esculpir de nuevo, en una nueva época, en un nuevo estudio, elegía nuevos materiales y nuevas técnicas. Lo único que se puede decir de forma general es que las esculturas no son abstractas, siempre quiso centrarse en personas o animales.
Mientras que sí recibió entrenamiento en pintura, Picasso se volvió escultor de forma autodidacta y fue además un arte al cual le dedicaba mucho tiempo durante intensos periodos para luego dar paso a grandes espacios llenos solamente de pintura.
El artista español mantuvo la mayoría de sus esculturas en su residencia particular en el sur de Francia. Las solía dejar dispersas en su hogar, como si fuesen miembros permanentes de una colección privada.
La exposición que hemos podido disfrutar en Nueva York cuenta con más de 140 esculturas que Pablo Picasso realizó, precisamente, antes de que se descubriera su talento en esta disciplina, durante diferentes etapas entre 1902 a 1964.
El MoMA ha posicionado las esculturas en diez diferentes galerías y la distribución es cronológica, con la gran mayoría de las esculturas siendo préstamos de otros museos y de colecciones privadas. Alrededor de 50 esculturas provienen del Musée National Picasso-Paris.
Si en pintura Picasso atravesó la época rosa, la azul y la cubista, entre otras, el trabajo escultórico es igualmente variado, esta vez en cuestión de materiales, formas, temas y dimensión.
La muestra arranca con una exhibición de caras y cabezas de bronce (1902-1909), para luego continuar a una galería donde, entonces sí, la gama de figuras geométricas forman parte del periodo cubista (1912-1915), el más reconocible de su carrera.
La polivalencia de su estilo está presente en esta exposición del MoMA, donde su rango no mantiene ninguna convención. Lo único que se encuentra continuamente en su repertorio es la geometría de sus figuras, ya que están directamente vinculadas a la intención expresiva de la escultura.
Algunas piezas de la exhibición son la cerámica "Insecto" (1951), "La Guitarra" (1914) y "La Cabra" (1950), de metal.
Picasso era inquieto, impaciente, y la escultura se acomodaba mejor a su personalidad, no tenía que esperar como en la pintura: trabajaba, lo abandonaba, volvía. La improvisación se imponía a la reflexión en sus esculturas, y sin embargo, terminó solo 700 piezas –150, muchas originales, se ven en la exposición– frente a los más de cuatro mil cuadros que pintó en su vida. Pero de los cuadros se desprendía con facilidad, mientras las esculturas se quedaban con él.
Picasso murió en 1973 a los 91 años y el MoMA será el único museo estadounidense que albergará está exhibición.

Gracias a las familias por participar y a las diferentes AMPAS de Manhattan, Queens, White Plain y Newark por haberlo hecho posible con su colaboración.
Un día que recordaremos siempre.

No hay comentarios: